Cuando sonrías más de una vez, intenta grabarlo con tu maquina de recuerdos transportables, muchas veces los pudes necesitar, oportunamente los puedes anhelar. Cuando intentes guardar en tu maleta los rastrojos de tiempo que en vano hiciste desaparecer, recuerda que tienes que tocar tu nariz, cerrar los ojos y dejar que el viento te robe las sensaciones, se confabulen, te hagan sentir que infinitamente se puede transformar tiempo por ganas, porque el tiempo es indudablemente irrecuperable, porque es intensamente deseable. Cuando quieras llorar mira el suelo y repite cuantas veces puedas que la tristeza es un conjunto de sensaciones que te dejan sin hálito, que te enseñan a madurar, a crear, a avanzar... Que no es tan malo sentirse ofuscado, si no que es un paso más cerca de la felicidad. Cuando sientas que el mundo se destruye, sientate y ve como se destruye, aplaude su acto final y entrega las felicitaciones correspondientes... siempre después de la destrucción se puede edificar algo nuevo para seguir armando tu fábrica de problemas/alegrías...
Suena: Sur le Fil - Yan Tiersen.
